“NO PUEDO ATENDER, RECIÉN ME HACEN UNA INTERVENCIÓN ODONTOLÓGICA Y NO HAY INTERÉS EN LA DETENCIÓN”, LA RESPUESTA DE LA JUSTICIA A LA POLICÍA TRAS EL INTENTO DE SECUESTRO DE UN NENE
Eso fue lo que respondió una fiscal, cuando la llamaron para comunicarle que habían atrapado a una pareja. El ministerio Público Fiscal desestimó la labor policial, desechó las evidencias y permitió que los sospechosos se fueran.
Con el doloroso recuerdo de la pequeña Guadalupe Lucero aún fresco en la retina y en el alma de todos los sanluiseños, la desidia de la Justicia local no sólo asombra, sino que alcanza niveles de alto rechazo social.
Algo así quedó reflejado hace pocas horas, cuando llamaron al celular de la fiscal Adjunta Nº 2, Mercedes García para avisarle que tenía trabajo. Mucho trabajo y era vital que reaccionara a toda prisa. Su responsabilidad quedó de manifiesto cuando desde la Policía que se estaba ocupando de una denuncia por un intento de secuestro de un niño de ocho años que vive en Potrero de los Funes la llamaron para comunicarle que habían detenido a la pareja que trató de raptar al pequeño. A ese resultado llegaron los investigadores tras un operativo que incluyó a decenas de hombres y recursos.
Sin embargo, la fiscal García no atendió el teléfono y luego mandó un mensaje de WhatsApp: "No lo puedo atender, recién me hicieron una intervención odontológica, me manifiesta la fiscal titular, dra. (Antonella) Córdoba que no habría interés en la detención”.
La Policía regresó sobre sus pasos y debió comunicar a las autoridades policiales de la provincia vecina que dejaran seguir a la pareja. Todas las averiguaciones e inmediatas alertas habían sido en vano. Todo tirado a la basura por el criterio de funcionarios que -dentro de un Poder normal e independiente- están al servicio de la gente y a disposición de la Justicia y del trabajo policial las 24 horas, todos los días.
La Policía había reunido elementos que identificaban a los supuestos secuestradores que ni lerdos ni perezosos salieron raudos rumbo a Buenos Aires, su lugar de origen, porque “no resultó de interés” para la Justicia de San Luis.
Revivir la peor pesadilla
Al conocerse el intento de secuestro en Potrero de los Funes, todo San Luis se estremeció porque de inmediato la imagen de Guadalupe Lucero regresó a las entrañas de la gente. Hace tres años y ocho meses que alguien se llevó a la pequeña de la puerta de la casa de una tía, en el barrio 544 Viviendas. Nadie quiere vivir otra vez ese dolor.
Movimientos del vehículo en San Luis.
Pero aparentemente, la Justicia no recuerda una de las pérdidas más dolorosas que vivieron los sanluiseños. La provincia entera espera y reclama por la niña que al momento de desaparecer tenía cinco años. Esta vez, un niño de ocho pudo haber caído en manos de posibles delincuentes. La Policía actuó, dispuso un operativo gigantesco no solo de personal, sino también de recursos que incluyó hasta a efectivos cordobeses, quienes también respondieron. Atraparlos era su misión y se movieron. Capturaron a la pareja sospechosa. Hay imágenes de video que muestran como, sin explicación alguna, merodearon por el barrio donde vive el niño que trataron de hacer subir a su auto. Hay imágenes de su auto recorriendo rutas, peajes y autovías puntanas. Nada de eso se tuvo en cuenta.
Operativo de detención de la pareja sospechosa.
La Policía cotejó rápido imágenes, videos y datos del auto señalado por las víctimas como el vehículo en el que se movilizaba la pareja. La pesadilla había comenzado el jueves a las 20 cuando, mediante engaños, la pareja intentó hacer subir al chico a su auto. El pequeño estaba a pocos metros de su casa. La negativa del pibe y su reacción a los gritos como respuesta cuando la mujer lo presionó para que subiera al asiento trasero del auto, lo salvaron. Su escape corriendo hacia los brazos de su papá que estaba en el patio de su casa, generó la huida de los probables secuestradores a toda velocidad.
El auto en el que se movilizaba la pareja.
Fue el padre del chico quien hizo la denuncia en la comisaría Nº 33 de Potrero de los Funes. Eran las 22. Ahí mismo comenzó el operativo policial para dar con la pareja. Los encontraron. Los detuvieron. Pero la fiscalía tiró por tierra el trabajo de decenas de policías puntanos y cordobeses. Éste es el presente de la Justicia de San Luis.
“NO PUEDO ATENDER, RECIÉN ME HACEN UNA INTERVENCIÓN ODONTOLÓGICA Y NO HAY INTERÉS EN LA DETENCIÓN”,
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